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Estos guían a los agricultores sobre la fecha en que deben sembrar, las prácticas agronómicas que deben realizar y cuál es el híbrido que tendrá mejor comportamiento.

Tales pronósticos, que se basan en la modelación de cultivos y en los pronósticos climáticos, se lograron utilizando datos colectados en campo entre 2013 y 2015, y sirven como herramienta de actuación frente al cambio climático.

Dicho trabajo forma parte de un proyecto macro desarrollado por el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural; el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat); la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas (Fenalce); la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz); y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

La iniciativa se adelantó en cinco departamentos estratégicos productores de maíz, de los cuales el estudiante Leonardo Ordóñez Loaiza, de la Maestría en Ciencias Agrarias, línea de investigación Fisiología Vegetal, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, se concentró en tres municipios.

El estudiante, a quien le correspondió realizar los pronósticos agroclimáticos, utilizó la información de Cereté (Córdoba), El Espinal (Tolima) y La Unión (Valle del Cauca), que representan el 46 % de la producción maicera del país.

Inicialmente, con esos datos y el acompañamiento del modelo de simulación de cultivo Ceres-Maíz, el grupo de investigación Dapa, del CIAT, encontró los coeficientes que describen el comportamiento de cuatro híbridos de maíz: Pioneer P30F35, Monsanto DK234, Monsanto DK7088 y Fenalce FNC3056.

El investigador explica que para la modelación utilizó el programa de simulación de cultivos DSSAT, una plataforma en la que los datos de los coeficientes genéticos de cada material evaluado son clave para que el modelo simule los cultivos y arroje resultados sobre cómo va a ser el desarrollo del área foliar, el crecimiento, la ganancia de peso y los rendimientos, entre otras variables.

Con la información recolectada y procesada, el Dapa creó una plataforma para que los agricultores –inicialmente de los tres municipios– consulten con facilidad los datos agroclimáticos, y conozcan qué fechas son más convenientes para sembrar.

“En esta plataforma (pronosticos.aclimatecolombia.org) los usuarios pueden saber cómo van a estar los próximos seis meses de precipitación”, explicó el investigador.

En la página se pueden encontrar, además, pronósticos agroclimáticos para arroz en Casanare, Córdoba y Tolima; los históricos climáticos de los últimos 30 años, e información de suelos y clima.

El sitio web les servirá a los agricultores, científicos e investigadores para tomar decisiones frente a sus cultivos. Además su interfaz es de fácil acceso y manejo para cualquier usuario.

Para los pronósticos climáticos se trabajó con datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), de 1980 a 2014. Con los coeficientes genéticos calibrados y los pronósticos climáticos se generan pronósticos agroclimáticos.

Dentro de los hallazgos se determinó que 1982, 1986, 1987, 1990, 1997, 2002 y 2009 mostraron tendencias de comportamiento del rendimiento relacionadas con el clima, y se encontró que los pronósticos agroclimáticos son sensibles a los fenómenos de baja precipitación causados por la oscilación sur de El Niño.

“Se observó que Cereté, tal vez por su cercanía al mar, es menos vulnerable al cambio climático, por lo que sus históricos de producción simulados son más estables”, dice el investigador.

El municipio que presentó mayor afectación fue La Unión (Valle), pero El Espinal (Tolima) sufre una doble vulnerabilidad: se ve afectado por las variaciones climáticas y las herramientas de pronósticos de cultivos no presentan tan buen desempeño como en los demás municipios.

“Gracias a la modelación de cultivos, que tiene de fondo toda esta información, el agricultor puede saber que, por ejemplo, en las dos primeras semanas de enero no debe sembrar porque no hay un buen pronóstico climático, pero que en la siguiente semana la oferta ambiental va a ser buena”, agrega el estudiante.

Este es un apoyo para los agricultores de las regiones priorizadas, pues una de las grandes incertidumbres en su labor es el clima. Es de anotar que en el segundo semestre del 2015, agricultores de El Espinal reportaron que las pérdidas en sus cultivos de maíz llegaron al 90 % por causa de la sequía, pues solo sobrevivieron las siembras cercanas al río, que tenían disponibilidad de agua.

Tomado de Agencia de Noticias UN.