Escudo de la República de Colombia

Así lo señaló el representante de la FAO, Mauricio Rosales, durante el foro “Zootecnia para la paz y la soberanía alimentaria sustentable”, organizado por la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira.

Según el coordinador del “Foro mundial sobre la seguridad alimentaria y la nutrición” de la FAO, este problema no radica solamente en la producción de alimentos, sino en el acceso a los mismos, por parte de la mayoría de la población.

En Colombia, según el experto, hay 4.4 millones de personas que padecen hambre. Situación que contrasta con los datos del organismo, según los cuales el país desperdicia 9.76 millones de toneladas de alimentos (34 % del total) destinados para el consumo humano.

En la misma línea, Rosales afirmó que resulta preocupante que entre Estados Unidos y Europa se desperdicien 1.300 millones de toneladas de alimentos, con las cuales podría alimentarse todo el continente africano.

Este panorama representa un reto para los profesionales que trabajan en el desarrollo del campo, entre ellos los zootecnistas, “pues resulta insoslayable un balance entre la producción por el aumento de la población mundial y la sostenibilidad ambiental”.

En ese sentido, el experto de la FAO sostuvo que existen propuestas de soluciones técnicas, ya conocidas por gran parte del mundo, que radican en aspectos como mejorar la eficiencia del riego, aplicar métodos de conservación de suelos, mejorar dietas de animales, implementación de pagos por servicios ambientales, exclusión del ganado de zonas sensibles y la introducción de sistemas silvopastoriles.

No obstante, añadió que resulta fundamental que los profesionales que desarrollan el agro participen en la construcción de políticas, porque “a través de estas es mucho mayor el impacto que se puede lograr en la producción y conservación ambiental, que solo enfatizando en el desarrollo de técnicas. En esto deben avanzar los estudios de zootecnia en el país”, afirmó el representante de la FAO.

Los retos para Colombia

Con relación a los retos para el país y el mundo, mencionó que se debe trabajar en el desarrollo de la producción alimentaria, el acceso y la sostenibilidad ambiental. Para ello, propuso el desarrollo de políticas que permitan, por un lado, el crecimiento de la capacidad de compra de la población y, por el otro, establecer y ejecutar estrategias que contrarresten el cambio climático, que influye directamente en la volatilidad de los precios.

Asimismo, manifestó la necesidad de trabajar arduamente, para evitar la sobreexplotación de recursos naturales y la degradación, pues en los últimos 40 años, el 30 % de la tierra agrícola se ha convertido en tierra improductiva, y los niveles de agua subterránea están decreciendo debido a ese fenómeno.

Resultan necesarios la integración de la cadena productiva, los cambios en las agendas de investigación agrícola, el incremento de las inversiones privadas en agricultura y el impulso adecuado al desarrollo del agro, para combatir fenómenos como el pobre urbano (campesinos en las ciudades). Del mismo modo, es menester establecer estrategias para mitigar el impacto de los fenómenos económicos globales, como los mercados cambiantes, y las crisis económicas, como la de 2008, que tienden a incrementar la inseguridad alimentaria y los niveles de malnutrición.

Por último, Rosales manifestó que los zootecnistas cumplirán un papel fundamental en un escenario de posacuerdo, ya que no habrá paz, si no hay un completo establecimiento y garantía de los derechos humanos. La alimentación digna es, precisamente, un derecho fundamental de todos los seres humanos.

Tomado de: Agencia de Noticias UN.