Escudo de la República de Colombia

Se determinaron tres géneros de microorganismos de rápido crecimiento y colonización con potencial para biorrestaurar los suelos de Tuluá, Cali, Jamundí y Yumbo.

 

Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira identificaron dos bacterias del género Bacillus, a saber, la B. mycoides y B. megaterium, altamente asociadas a la solubilización de fósforo, es decir, lo hacen disponible para que las plantas puedan tomarlo como nutriente.

Para lograr la identificación de las bacterias se realizaron ocho salidas de campo y tomaron nueve muestreos de zonas donde se presentaron incendios recientes y no recientes en los municipios de Santiago de Cali, Yumbo, Jamundí y Tuluá.

Las muestras de suelos fueron analizadas según estudios físicos, químicos, biológicos, microbiológicos y moleculares para identificar las condiciones de los mismos. Una vez se encontraron las diferentes especies de microorganismos (bacterias) fueron caracterizados a nivel molecular mediante secuenciación, además de realizar una descripción morfológica a cada una de las bacterias.

Los incendios “pueden presentar temperaturas que van desde los 100 grados centígrado (°C) a más de 500 °C, de acuerdo a diversos factores como la combustibilidad (facilidad de incineración) de la vegetación”, precisa Adriana Martínez Arias, investigadora asociada al proyecto de la U.N. Sede Palmira.

Esas altas temperaturas ocasionadas por las conflagraciones modifican la estructura de los suelos (los deforman) y volatiliza algunos elementos de importancia para el crecimiento y desarrollo de las plantas, como la materia orgánica.

En este sentido, las bacterias cumplen un papel de recuperación de terrenos a través de sus procesos de fijación de nitrógeno (N), ya que dicho elemento representa el 78 % del total del aire en el ambiente, y al ser integrado en el suelo permite el crecimiento de las plantas.

En el estudio se estableció además que la Burkholderia sp. interactúa específicamente con las raíces de las plantas, promueve la protección contra patógenos y forma nódulos en leguminosas, adaptados a condiciones adversas y que también fijan el nitrógeno atmosférico en pastos tropicales (Paspalum y Digitaria)”, explica Rubén Darío Rojas Pantoja, uno de los investigadores asociados al grupo de investigación, conformado por estudiantes de pregrado, maestría y doctorado.

Por su parte la Rhizobium sp., también reportada como fijadora de nitrógeno atmosférico en el suelo, presenta la capacidad de disolver las fuentes de fosfatos inorgánicas, además mejora la producción de brotes, longitud de la raíz y contenido de materia seca en las plantas inoculadas, lo cual favorece el crecimiento de las plantas, según referencias teóricas.

Esta identificación sería una alternativa potencial para hacerle frente a los intensos incendios evidenciados en el Valle del Cauca durante el fenómeno El Niño, que tantos estragos causó en el país.

Precisamente, para atenuar tal situación, se estableció un convenio entre la CVC y la Universidad Nacional de Colombia Sede Palmira, titulado “Apoyo para la gestión del riesgo de incendios forestales del Valle del Cauca”. El funcionario Fabio Calero es el enlace con la entidad ambiental y por la Universidad, el doctor en Ciencias Agrarias, Jaime Eduardo Muñoz.

Se escogió a “la Universidad porque tiene un equipo de formación interdisciplinaria que permite aprovechar la experiencia investigativa potencial, propia de la Institución”, comenta Calero.

En este sentido, el profesor Muñoz es quien desarrolla el proyecto “Determinación de bioindicadores que evidencien la evolución de la recuperación de la calidad del suelo, con base en métodos de análisis espacio-temporales en áreas afectadas por incendios forestales”, desde el Grupo de Investigación Diversidad Biológica.

“Este es un tema del que poco se ha investigado en Colombia y donde la biología molecular puede realizar un importante aporte para establecer estrategias de conservación y recuperación de suelos afectados por incendios forestales”, concluye Rubén Darío Rojas Pantoja, uno de los ocho investigadores asociados al grupo de investigación.

 

Tomado de: Agencia de Noticias UN