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El acelerado deterioro que sufren estos electrodomésticos cuando se usan para alquiler propició la creación de un prototipo de embalaje portable que las protege de golpes evitando fallas en su funcionamiento.

El traslado de las lavadoras desde la bodega hasta su instalación en las viviendas causa importantes pérdidas en los negocios de alquiler, pues al transportarlas constantemente sufren repetidos golpes, los cuales generan rupturas, quiebres o desprendimiento tanto en las bases como en muchas de sus partes, cuyos repuestos resultan difíciles de conseguir en el mercado.

El prototipo creado por Yeison Díaz Rosero, estudiante de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, es un embalaje portable que les proporciona mejor agarre a los operarios que movilizan las lavadoras, adecuando su postura y facilitando la forma de trasladarlas, lo cual también reduce el riesgo de posibles lesiones por accidentes laborales.

Pensado para una fabricación local, el embalaje está construido en perfiles de aluminio, por su gran resistencia a la corrosión, dado que el electrodoméstico está en frecuente contacto con el agua. Además este material es liviano, por lo que se adapta a la normativa que dicta que los operarios no pueden levantar más de 25 kilogramos en un trabajo repetitivo.

El sistema también cuenta con correas de seguridad especialmente diseñadas para levantar la carga, que además se fijan la lavadora, de manera que los operarios pueden levantar la máquina y el embalaje al mismo tiempo.

El diseño trabaja de manera integrada con un sistema de rieles adecuado por la empresa Lava Ya en los vehículos de transporte de las lavadoras. De esta manera, el embalaje se desliza por los rieles y se asegura a estos.

El estudiante menciona que al embalaje se le agregaron ruedas para evitar que los operarios carguen la lavadora en desplazamientos largos. Se piensa en mantener la integridad de los operarios y proteger la lavadora, con el fin de disminuir costos de mantenimiento y reparación, mejorando la economía del sector, explicó.

Por su parte, el empresario Jorge Andrés Mondragón, de la empresa de alquiler de lavadoras Lava Ya, manifestó que en algunos casos después de tres meses de uso las máquinas quedan irreconocibles por la cantidad de golpes que reciben, pues no están diseñadas para estar en movimiento; los daños más frecuentes son rupturas en las bases y en la tarjeta de control, que está en la parte superior.

Estas averías generan sobrecostos para la empresa, pues el mantenimiento se debe realizar con mayor frecuencia, además del cambio de partes que en muchos casos deben ser diseñadas, pues no se consiguen fácilmente.

El prototipo del estudiante fue presentado en el Consultorio del Diseño, dirigido por el profesor de la U.N. Sede Palmira, Boris Alejandro Villamil, en un convenio entre la U.N. Sede Palmira, la Cámara de Comercio de Palmira y la Fundación Progresemos.

Tomado de Agencia de Noticias UN.