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El maletín cuenta con un sistema de cierre que permite sacar un acolchado ideal para que los universitarios, quienes se desplazan desde largas distancias hasta la U.N. Sede Palmira, reposen en sus ratos libres.

 


La colcha conserva la postura de la persona que porta el morral, y aparta los objetos duros del mismo para evitar tensiones en la espalda del usuario.

También, tiene un espacio amplio que facilita guardar más elementos necesarios para el desarrollo de sus clases académicas o deportivas, lo cual es especialmente benéfico para aprendices de diseño industrial que requieren cargar diversos objetos, utilizados en sus proyectos.

Se hizo una investigación de la dinámica de los estudiantes y evidenció que muchos de ellos se acostaban sobre maletas, sacos y libros, entre otros elementos.

Con esta iniciativa se busca darle comodidad al usuario universitario, especialmente al que viaja a diario desde diversas ciudades del departamento, como Cali, Buga y Cerrito.

Laura Marcela Mondragón Valencia, estudiante de Diseño Industrial, junto con sus compañeros David Stalin Díaz y Laura Maritza González Estrada, desarrollaron la propuesta desde el Nodo de Diseño y Uso impartido por Eliana Castro Silva y Patricia Herrera Saray, docentes de la Universidad Nacional Sede Palmira.

“La idea era darle al estudiante un pequeño soporte de comodidad y aislamiento del suelo para evitar malas posturas, frío y suciedad”, comenta Laura Mondragón.

El proyecto elaborado por los estudiantes de diseño se contextualizó a partir del zen, una filosofía oriental milenaria relacionada con el budismo, “que aborda lo simple, lo natural, y lo tranquilo”, agrega Mondragón, quien añade que para ello “se escogieron los colores azul jade, verde y café, que son en los que se pueden encontrar el maletín”.

Por lo anterior, se determinó que la marca del producto fuera “Sendo” porque proviene de la palabra “frescura” cuando se traduce al kanji (escritura japonesa).

Para el desarrollo de la propuesta realizaron un estudio del usuario (estudiante) para analizar las actividades y posturas que expresan y realizan los alumnos, con el fin de descansar en la Universidad durante sus ratos libres; y se clasificó una línea de tiempo de la rutina diaria del mismo para saber qué se le podía añadir a la propuesta.

Posteriormente, se elaboraron “siete bocetos del diseño y una simulación con un morral comercial para probar los cambios del producto propuesto y se renderizó el diseño en los software Keyshot y Rhinoceros”, concluye Laura González.

 

Tomado de: Agencia de Noticias UN.