Escudo de la República de Colombia

El futuro de los cultivos de vid en el país está en riesgo porque no se ha generado una masa crítica de ingenieros agrónomos y agrícolas de alta especialización que soporte la práctica con investigación, transferencia de tecnologías y ajuste tecnológico.

Según lo advierte el magíster en Ciencias Agrarias Oswaldo Puerto Guerrero, experto en suelos de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira, es necesario formar a estos profesionales para apoyar a las industrias y los empresarios que trabajan en un sector que ha crecido vertiginosamente en el departamento del Valle del Cauca, donde se concentra la producción vitícola del país desde hace 60 años.

El clima de Colombia no es el más propicio para los cultivos de vid, porque aquí sufren de plagas y enfermedades, la más común de las cuales es el Mildiu velloso, generalmente propagado por el viento o por la lluvia, que ataca las partes verdes de la planta y se manifiesta con manchas aceitosas que se expanden en las hojas hasta que estas se caen. Asimismo los tallos se deforman, los frutillos toman una coloración negra y los frutos formados quedan con manchas cafés.

Es por esto que se debe hacer tecnología desde la planeación e instalación del cultivo; la arquitectura de la planta y el manejo de la canopia, o copa de la vid: “generalmente las plagas y enfermedades se dan por mal manejo, por eso es necesaria esta planeación para hacer un control preventivo desde el inicio”, expone el experto.

Trabajo de vanguardia

En Colombia existen zonas con menor pluviosidad y nubosidad, y mayor iluminación y radiación solar que influyen positivamente en el cultivo de la vid, pero, a diferencia de otras zonas de la misma latitud que también son productoras, como el nordeste de Brasil y el norte de Perú, el clima en el país es más lluvioso y tiene un comportamiento bimodal.

Así mismo los suelos tienden a ser más pesados, con arcillas expansibles y, a pesar de ser más fértiles, llegan a ser improductivos por su desequilibrio entre algunos nutrientes.

“Estos factores son superables con un trabajo riguroso y de vanguardia de los profesionales en ingeniería agrícola y agronómica; en el manejo de riegos, suelos y nutrición, y el control de la fisiología de la planta en climas cálidos”, explica el profesor Puerto Guerrero.

Actualmente el manejo cultural preventivo es mínimo y los productores se limitan al manejo químico, en algunos casos con el uso excesivo, intensivo y poco tecnificado de agroquímicos, debido a la poca información que se tiene.

“Es necesario evolucionar a manejos integrales con agricultura limpia, certificada por ingenieros que garanticen que no hay manejos que afecten al trabajador, al medioambiente, o al producto”, manifiesta el ingeniero.

Educación vitícola

Colombia cuenta con ingenieros que podrían competir con profesionales de países productores como Perú, Chile y Brasil, pero falta formación en el área: “los ingenieros deben asumir su rol como profesionales de alto valor, en una sociedad que necesita de la generación de empleo. Una característica muy importante en este cultivo es el alto uso de mano de obra especializada”, agrega el profesional.

“Veo con preocupación que en el país, salvo en una universidad de Boyacá, no hay cátedras, literatura ni investigación aplicada de viticultura, es decir que el sector es deficiente”, manifiesta el ingeniero.

Se estima que Boyacá hay 90 hectáreas cultivadas de uva, y en el Huila 600, mientras que en el Valle del Cauca hay cerca de 2.000 de uva de mesa y cerca 450 de uva Isabella. De estas, 250 corresponden a cultivos tipo exportación, como Red Globe y uvas sin semilla.

Los municipios en los que se encuentran las mayores áreas de cultivo de la vid son El Cerrito, Ginebra, Guacarí, La Unión y Roldanillo.

Por la falta de asistentes técnicos capacitados en el país, el departamento está sufriendo el proceso de adaptación de las variedades, de las tecnologías y de los asistentes técnicos, muchos de ellos peruanos.

“En Colombia falta capacitación para asumir esos cargos y no seguir importando profesionales que sirvan como apoyo, sino que las condiciones del país sean evaluadas por ingenieros locales”, finaliza el magíster.

Tomado de Agencia de Noticias UN.