Escudo de la República de Colombia

El reconocimiento de que la salsa choke nació en Tumaco (Nariño) significaría un apoyo para esta manifestación cultural y además fomentaría espacios de formación con equipos y capital que les permita a los artistas locales divulgar sus producciones desde su territorio.

En la Copa Mundial de Fútbol de 2014 no solo se marcó una destacada participación de la Selección Colombia, sino que las celebraciones de gol generaron el boom de un nuevo estilo musical –la salsa choke– al ritmo del Ras Tas Tas.

Este hecho registra ante el mundo que la salsa choke, representada en ese momento por la canción de la agrupación Cali Flow Latino, es de Cali. Sin embargo, la gente en Tumaco reporta que la salsa choke empezó allí aproximadamente en 2008.

Con el fin de establecer las relaciones que permitieron que esta modalidad de salsa haya quedado registrada como propiedad de Cali y no de Tumaco, la estudiante Laura Valeria Sánchez, de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), entrevistó a músicos de diferentes edades que vivieron el génesis de la salsa choke, y otros que han trabajado con disqueras en Cali, donde el capital privado es fuerte para esa industria.

Cali se ha vendido como la capital cultural del Pacífico, aún estando ubicada al este de la cordillera occidental. Por esta razón es una ciudad que funciona como plataforma de producción y divulgación.

“En el imaginario colectivo del país, la salsa choke es de Cali. Frente a esto hay una relación de poderes interesante, porque en Cali hay recursos y estatus político que no tienen las pequeñas poblaciones del Pacífico”, explica la investigadora.

La estudiante menciona que en la producción cultural hay tres etapas: producción, circulación y consumo. La producción no es diferente, pues en Tumaco los músicos tienen equipos muy buenos y saben producir muy bien; la diferencia radica en la circulación, lo que evidencia el problema de recursos, pues en Tumaco dependen de los recursos públicos o propios, que son de difícil acceso y no hay capital privado que invierta en la industria del municipio.

El consumo por su parte está determinado por la circulación, que es fuerte cuando se realiza en Cali, pues cuenta con recursos, acceso a medios de comunicación, videos y demás herramientas de divulgación.

Jerga tumaqueña

“Más que el reconocimiento de su origen, la salsa choke es importante porque, aunque es transnacional y por ende resultado de procesos globales de comunicación, también tiene un elemento muy local de identidad”, expresa Laura Sánchez, a lo cual suma que tiene elementos muy locales como la jerga tumaqueña y las mezclas con marimba.

En cuanto a la identidad entre Cali y Tumaco, históricamente ha existido una relación larga de migración e integración, y muchas expresiones del Pacífico están en Cali, como el Festival Petronio Álvarez. Sin embargo existe el sentimiento de que Cali se está “robando” esa identidad e invisibilizando a la población y sus producciones, presentándolas como propias.

La salsa choke ha ido ganando estatus, pero todavía no hay intenciones de apoyar este proceso en términos patrimoniales; no obstante es un género que representa valores muy importantes para la juventud del Pacífico, como lo que significa ser afrodescendiente en el siglo XXI, siendo innegable la fuerte relación de identidad y salsa choke.

Este ritmo, que es una construcción de diferentes géneros musicales y producción colectiva entre Tumaco y Cali, en sus inicios se encontró con la resistencia de los músicos tradicionales y de los seguidores de la salsa clásica, y algunas discotecas, barrios y emisoras fueron la plataforma en la que se escuchaba.

Allí Cali tuvo un rol importante, pues solo cuando se hizo una inversión fuerte, campañas y difusión de artistas en las casas disqueras, la salsa choke empezó a colonizar espacios de la salsa clásica, popularizando el género en el resto del país.

Que la salsa choke se patrimonialice significaría para Tumaco la creación de escuelas, formación, equipos, mayor producción, capital para invertir, y además el interés de las casas disqueras por buscar los artistas de allá sin que deban migrar a buscar opciones en Cali.

Esta investigación se realizó con la dirección del docente Carlos Miñana, de la U.N. Sede Bogotá, el apoyo de la antropóloga Ximena Pachón, de la U.N., y fue financiada por el Instituto Colombiano de Antropología mediante la convocatoria Fomento a la Investigación.

Tomado de Agencia de Noticias U.N.